2018: Primer centenario de la beata pamplonesa sor María Catalina

La Beata María Desposorios, en el mundo Sor María Catalina Irigoyen Echegaray, ha alcanzado la beatificación siete años antes de que cumpliera el primer nacimiento de su muerte. Había nacido en Pamplona el 25 de Noviembre de 1848, de padres muy cristianos: don Tiburcio Irigoyen y doña Leonarda  Echegaray. Fue la última de ocho hermanos y a su vez gemela del séptimo. La bautizaron en la Parroquia de la Catedral de Pamplona, siendo su madrina de pila Doña Mercedes Irigoyen, natural de Errazu. En 1878 solicita la admisión en el Instituto de las Siervas de María, Ministras de los enfermos (que dan servicio en hospitales, dispensarios o que acuden de noche a visitar o acompañar  a los enfermos a sus casas,) y que fue fundada en Madrid en 1851 por Santa María Soledad Torres Acosta, quien le aconsejó que, antes de nada, cuidara de sus familiares enfermos.

La Beata María Desposorios, en el mundo Sor María Catalina Irigoyen Echegaray

La vida de la nueva Beata , plena de virtudes heroicas, presenta una trayectoria ejemplar, imposible de condensar en estas pocas líneas. A la muerte de sus padres, María Catalina se hizo cargo en su hogar de una tía de edad avanzada, de un tío sordomudo y subnormal profundo, y de dos de sus hermanos. Pasados tres años, solucionada la situación familiar, el 31 de Diciembre de 1881, cuando contaba 33 años,  entró en el Noviciado en la Casa de las Siervas de María de Pamplona y un año más tarde se trasladó al Noviciado en Madrid, al edificio de la Casa Madre  (donde vivió hasta su muerte).

Cartel del centenario, que se celebra este mismo año.

El día 12 de Marzo de 1882, por fin vistió el hábito. El 14 de Mayo de 1883, emite su Profesión Temporal, y el 15 de Julio de 1889 hace la Profesión Perpetua .Durante 23 años, su vida fue de entrega a los enfermos (derrochando paciencia y alegría), viendo en ellos  el rostro de Jesús, ya que su único ideal era amar a Dios sin interrupción y aumentar en su corazón el deseo de ser toda de Dios. Siempre decía : “Solo sirvo, para servir “. Durante los 7 años siguientes, se ocupó de la recogida de donativos para la subsistencia de la Obra. Al final de su vida, estaba incapacitada total, falleciendo el 10 de Octubre de 1918, con fama de Santidad.

El 29 de Octubre del 2011, tuvo lugar su beatificación en la Catedral de Santa María de la Almudena de Madrid (siendo esta la 1ª celebración de estas características que acogió la Diócesis de Madrid y su Catedral). La ceremonia estuvo presidida por el Cardenal Angelo  Amato, prefecto de la Congregación para la causa de los Santos, y concelebrada por el entonces Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, el nuncio de Su Santidad en España, Renzo Fratini , y una veintena de obispos; además de unas 600 siervas de María, venidas de todo el mundo, encabezadas por la postuladora general de la Congregación de  Siervas de María,  Sor Julia Castillo. También estuvo presente la mujer del médico de La Paz (Bolivia), el docto9r D.  Luis Fernando  Padilla Gómez, cuyo milagro para la beatificación se produjo el 24 de Octubre de 2004 y fue la curación rápida de una hidrocefalia causada por un hidroma cerebral , que se complicó con una meningitis, anoxia cerebral, hemorragia e infartos cerebrales.

Sus restos se conservan en la Casa Madre, en el número 7 de la Plaza de Chamberí en Madrid, próxima al complejo parroquial de San Fermín de los Navarros.

María Cristina  Puyol