
La delegación navarra procedente de Madrid,, ante el altar pamplonés de San Fermín. De izquierda a derecha, don José Javier Nagore Sanmartín, don Jaime Vives Agurruza, don Joaquín Jiménez Michel, doña Inmaculada Alegría Lizanzu, , don Amalio de Marichalar y Sáenz de Tejada, Conde de Ripalda, Viceprefecto-Presidente de la Real Congregación de San Fermín de os Navarros, doña Begoña Rotaeta Otegui y doña Mercedes Equísoain Ibáñez.
La tradición es relativamente reciente. Y pamplonesa al cien por ciento. Siguiendo la pauta de la canción sanferminera por excelencia -–aquella que dice: “Uno de enero, dos de febrero, tres de marzo, cuatro… “, y así hasta el siete de julio–, se ha establecido un ritual ajustado en torno al San Fermín de la capital navarra para conmemorar, cada año, la cada vez más próxima, y por ese orden, celebración del San Fermín que sienta sus reales en una capilla anexa a la iglesia parroquial de San Lorenzo.
El tercer peldaño de este rito –correspondiente al 3 de marzo—ha tenido como protagonistas, con carácter de invitados especiales, a las dos entidades por excelencia de presencia y representación navarra en la capital del Reino: de España: la Real Congregación de San Fermín de los Navarros y la Asociación Cultural Navarra, integradas por sendas delegaciones al máximo nivel: Don Amalio de Marichalar y Sáenz de Tejada, Conde de Ripalda, como Viceprefecto- Presidente de la Real Congregación, y doña Inmaculada Alegría Lizanzu, que durante los últimos yfructíferos años ha venido ejercendo la Presidencia de la corporación cultural.