Recientemente, se ha llevado a cabo una completa revisión de seguridad en la totalidad del complejo de San Fermín, auspiciada por el Arzobispado de Madrid. Este Plan anti-siniestros responde a una iniciativa, espoleada por el destructor incendio sufrido por la catedral parisina de Notre-Dame, en evitación de episodios similares o, cuando menos, para tratar de aminorar sus consecuencias.

Este estudio se integra en una amplia y completa estrategia auspiciada por las autoridades eclesiásticas y persigue conocer en detalle y actualizar los datos disponibles de las instalaciones de las parroquias madrileñas, con carácter preventivo.

El Viceprefecto de la Real Congregación, don Amalio de Marichalar y Sáenz de Tejada, Conde de Ripalda, junto con el Párroco de San Fermín, P. Samuel Azcona, acompañaron al equipo técnico en su recorrido, que incluía tanto la iglesia propiamente dicha como la residencia e instalaciones de la Comunidad Franciscana y la totalidad de las dependencias de la Real Congregación.

Queda pendiente una entrevista de los miembros de esta comisión con el arquitecto responsable del mantenimiento de San Fermín de los Navarros, don José Ramón Duralde.

En el transcurso de esta visita al complejo de San Fermín los comisionados tomaron nota de la situación al día de la fecha -octubre de 2020-,  con especial detenimiento en el estado y componentes bajo las cubiertas, fijadas estas últimas sobre cerchas de madera.

También mostraron interés por conocer , en concreto, otros aspectos de utilidad tales como las salidas de urgencia para casos de siniestro, ya señalizadas en la sede de la RC, y de cómo llevar a cabo una rápida evacuación, con una precisa enumeración de los objetos que deben rescatarse, si fuera posible y necesario, y en qué orden.

Igualmente, tomaron nota de la relación de las vías de salida practicables y de los recorridos más favorables para acceder al exterior, con detalle de las instrucciones para proceder al salvamento de personas y bienes, llegado el caso.

Datos todos ellos del máximo interés, que configuran un completo plan de actuación que puede ser de gran utilidad, tanto para los fieles como para los ocupantes, fijos o circunstanciales, que se encuentren en un momento dado en los diversos edificios, así como para bomberos y servicios de urgencia en caso de siniestro.