El día 26 de enero se vivió, en la madrileña Iglesia Parroquial de San Fermín de los Navarros (Paseo Eduardo Dato, 10) un hecho que ha sido unánimemente calificado de histórico. Porque histórica fue la primera visita a Madrid del Santo Ángel de Aralar, tan venerado en Navarra y que con tantos fieles cuenta en la capital de España. El Ángel vino a Madrid acompañado por el Arzobispo de Pamplona, monseñor Francisco Pérez, que culminaba así otro viejo e histórico propósito, aplazado en diversas ocasiones y tan largamente acariciado tanto por la Real Congregación como por el propio prelado.

No es extrañar está vinculación entre el Arcángel y los navarros de Madrid. Desde la fundación misma de la Real Congregación se reconoce e instituye esta devoción, como consta en dos referencias a San Miguel de Aralar recogidas en nuestras Constituciones.

La primera de ellas figura en el prólogo (página 4), donde dice textualmente: “Encontròse sitio -habla de la localización de un lugar para erigir el primer templo dedicado a San Fermín en Madrid- aparente en el Prado Viejo, que llaman de San Geronymo, y se erigiò la iglesia à poco tiempo con seis primorosos Altares, dedicados el Mayor à nuestro Glorioso Patron San Fermìn, y a la Reyna de los Angeles en su imagen preciosa del Patrocinio, y los otros à nuestra Señora del Rosario, San Francisco Xavièr, San Joseph, San Juan Bautista y San Miguèl Arcangel…”.

Más adelante, al señalar y dejar cumplida constancia de las fiestas y celebraciones que deberán dedicarse cada año a nuestros santos y patrones, dice textualmente, refiriéndose a la nueva iglesia: “… En esta se ha de pedir, estableciendo la Comunidad señaladas Preces en el año, en alivio de pùblicas y propias privativas necesidades, celebrando la Fiesta principal de nuestro Santo en el día siete de Julio (…) y aunque con igual obligación reconoce, como deudas de justicia, alguna de las Fiestas de nuestra Señora (…) y la del Santo Arcangel San Miguèl, distinguido Tutelar (del Reyno), como manifiesta el especial Retrato suyo, que colocò el mismo en el Valle de Araquil…” 

Es éste un testimonio fehaciente de la devoción que se profesa al Ángel de Aralar entre los navarros de Madrid… ¡desde hace más de 332 años! De ahí la solemnidad, entusiasmo y concurrencia que registraron estas dos vistas -la del Ángel y la del Arzobispo, que presidió una solemne Eucaristía auxiliado por sacerdotes y misioneros navarros . Y ciñéndonos a la visita, al término de la ceremonia, el capellán del santuario de San Miguel de Aralar, Mikel Garciandía, ofrecIó a la veneración de los fieles la efigie del Santo Ángel en esta su primera visita a los navarros de Madrid. Visita organizada por la Real congregación de San Fermín de los Navarros en colaboración y apoyo de la Asociación Cultural Navarra y e la propia Parroquia, en coincidencia con los actos conmemorativos de los 128 años de la presencia ininterrumpida de los padres franciscanos al frente del culto en el templo y del 333 aniversario de la fundación de la Real y Benéfica Congregación de San Fermín de los Navarros en Madrid.

La imagen titular de San Miguel Arcángel que se venera en el santuario de Aralar es una figura de alma de madera revestida de plata. En su interior contiene una «cápsula del tiempo», recipiente de metal que alberga textos del siglo XIX y restos de madera procedentes de la primitiva imagen de san Miguel, de la época tardo medieval, y una reliquia –en la cruz– del Lignum Crucis. Para este viaje a la capital de España ha abandonado el santuario de San Miguel in Excelsis, templo con más de mil años de historia levantado en la sierra de Aralar, uno de los centros de espiritualidad más antiguos y enraizados de Navarra.