No se oculta que en la biblioteca de la RC hay montañas de libros, con una temática ajena a nuestro Viejo Reyno muchos de ellos y, sobre todo y por lo general,  ̶ aunque también hay excepciones, y muy notables ̶  de escaso contenido navarro. Se han llenado los estantes, sí, y la sala presenta un aspecto llamativo, radiante incluso, por su variedad y orden. Resulta hasta espectacular por su efecto óptico o como objeto de una fotografía para el recuerdo, y provoca la admiración de los visitantes. Pero más por el continente que por su contenido, a poco que se escarbe por las estanterías. Porque cuando se analiza con detalle, se perciben buenos libros pero Navarra no es el denominador más común de las obras almacenadas. Ciertamente, apenas se pueden consultar demasiados contenidos específicamente navarros. Y eso, para nosotros, el “consulado” navarro independiente de Madrid, es, cuando menos, poco estético. Y no resulta nada operativo de cara al futuro.

En resumen: nuestra biblioteca dice muy poco de nosotros, de nuestro interés por nuestras cosas….

Por ello, tal vez pudiéramos solicitar a cuantos congregantes y navarros a quienes parezca oportuno importunar, empezando por la propia casa, que revisen entre sus baldas, estanterías, librerías y bibliotecas, por si disponen de libros de contenido específicamente navarro que, a falta de mejor destino, pudieran aportar o donar a la RC.

Hay que poner manos a la obra, con el interés de un coleccionista exigente. Todo lo que sea necesario menos perder esos pequeños tesoros tenemos en casa, fruto del empeño de muchos años, que pueden dispersarse o terminar en la basura. A muchos de nuestros hijos no les interesan estos temas, o no los viven con la misma intensidad  y cariño que los propios navarros, ni mucho menos, por desgracia, ya que las nuevas generaciones disponen de mucha más información digital de la necesaria, incluso en estos temas: todo está en Google o en Wikipedia y nuestros hijos disponen muy escaso espacio en sus casa, tan modernas como ajustadas. ¿Qué mejor destino para esos libros desahuciados que salvarse de la reutilización y pasar un futuro útil en los estantes de la Real Congregación?

Ha llegado el momento de poner esta propuesta sobre la mesa. Si la iniciativa alcanza una acogida favorable, contribuiría a la formación de un importante depósito -o notable, cuando menos- de temas navarros en leal Congregación de los Navarros en Madrid. Podría ser la base de una Biblioteca de Temas Navarros en San Fermín. Y en Madrid. La primera. La única. Incluso se podría pensar en inmortalizar estas dádivas y a sus generosos donantes con su correspondiente inclusión en una placa, para testimonio y recuerdo a la posteridad; o, al menos, vigente dentro de otros 335 años, por lo menos…

El punto más importante de esta recolección de obras de contenido navarro -la gran cosecha de recuperación- es que ofrezcan, precisa y necesariamente, contenido temático de Navarra. Todos los volúmenes que contribuyan a preservar  los libros de y sobre Navarra, son necesarios y serán recibidos con las manos abiertas, a la vista de nuestro limitado patrimonio librero (ya que no bibliófilo). De ahí que todas las aportaciones navarristas (¡no generalistas!), hasta las más testimoniales, pueden y deben tener su asiento en San Fermín. Tenemos que ser el referente por excelencia del ser y saber navarros en Madrid.